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A Un Click Freenbecky

POV FREEN:
Iba caminando a la cabaña, el frío comenzaba a cubrir el ambiente. Los cristales se empañaban, mi aliento humeaba y el exterior de vestía de blanco.

No podía dejar de pensar en tantas cosas a la vez.

Sabía que era un acto suicida ir a la cabaña sola, pero no dejaría que mis amigos sufrieran por mi culpa.

Tenía muchas posibilidades. Podía morir, me podía secuestrar y nunca encontrarme o podía matar a uno de mis amigos. Tal vez ambos o los tres.

Mis manos comenzaban a temblar, mi corazón comenzaba a acelerarse y mis ojos amenazaban con llorar.

Estaba yendo directamente al medio del océano sin saber nada y no traía salvavidas.

Miré el camino, estaba a menos de diez minutos de mi destino.

Becky. Tomé mi celular y busqué la foto que le tomé distraída.

Becky no podía ser más tierna y hermosa.

Una Mini Jefa que me había robado el corazón en tiempo récord, lo que nadie pudo hacer en años.

Recordé algunos momentos con ellas. Esos momentos pequeños, pero perfectos.

Cuándo me detuvo para pedirme que le mostrara música latina.

Cuándo yo me apresuraba para llegar primera al recibidor cada mañana para verla bajar las escaleras mientras se abrochaba su gabán con su cadena de oro.

Cuando me senté con ella en el museo y comencé a pasarle música por Bluetooth.

Cuándo me envió el regalo de cumpleaños atrasado valido por 19 años.

Cuándo dormimos la primera noche juntas. Pizza, películas, música, ella y yo.

Cuándo la pillaba observándome y me regalaba una sonrisa.

Cuándo tuvimos nuestra cena de amigas y nuestro primer beso.

Su botella de agua con su apodo grabado por ella misma.

Cuándo me cuidó en el yate y estuvo al pendiente hasta el mínimo detalle.

Nuestra primera vez, su manera de amar.

"Un gusto conocerte, Becky....."

Sonreí cuando me detuve en la entrada de la cabaña.

Apague el motor y miré a todos lados. La nieve caía y el viento me provocaba escalofríos.

Di un paso al frente y me detuve. Miré mi celular, no había cobertura, pero el WiFi de la cabaña estaba disponible.

"Algo es algo...."

Baje el volumen del celular y dejé oprimido dicho boton durante diez segundos hasta que vibró. Lo apagué y lo guarde en mi bolso.

"Dijiste que estabas a un click Becky..."

El frío comenzaba a apoderarse de mi cuerpo. Me comenzaba a doler las orejas y la nariz comenzaba a molestarme.

Caminé a paso firme hasta llegar a la puerta donde toqué el timbre. Luego de unos instantes la puerta se abrió y una chica con un arma me sonrió.

-¡OH! Al fin llegaste. Ya iba a buscarte, Freen. La fiesta no podía comenzar sin ti - La chica me atrajo hacia dentro y me quitó el bolso.

Buscó hasta que dio con mi celular. Lo tomó y lo partió por el medio al golpearlo contra la esquina de la pared con mucha fuerza.

Mis esperanzas de estar a un Click de Becky se esfumaron. Ahora sí temía.

-No queremos perros cerca - Dijo con cara de asco mientras veía el celular tirado en el suelo.

-Ya estoy aquí. Deja a mis amigos — Hablé y ella me miró sin expresión.

-¿Amigos? ¡Oh! Claro, esos que me dan jaqueca. Debí secuestrar a las otras dos, quizás me hubiera dado menos problemas — Me hizo voltear para amarrarme las manos a mis espaldas.

-Hice lo que me pediste. Estoy aquí, no traje nadie. Deja en paz a mis amigos — Le dije intentando razonar, pero ella solo me comenzó a empujar hasta llegar al área de lectura.

Si iba a morir... ¿Por que no hacerlo en el lugar donde Becky me hizo subir al cielo?

Ella me empujó a la cama. La cama donde me entregué a la Peli-azul.

-¿Sabes quien soy? — Me preguntó mientras se señalaba con el arma.

-No tengo ni puta idea — Respondí con odio mientras la observaba de piez a cabeza.

Botas blancas de nieve algo sucias, un pantalon de camuflaje blanco y gris, un abrigo para la nieve del mismo estilo y un gorro negro con una nube de diseño.

-Querida, sin palabrotas

-Por mi te puedes ir al mismito carajo — Le dije y ella río

-No me distraeras. Mejor te cuento. Había una vez una pareja muy hermosa..... La llamaban la pareja Heibeck. Ambas chicas eran muy felices y se amaban. Un día Becky tuvo que irse de viaje dejándome sola en su Mansion. Todo iba bien, pero llego un joven que me comenzó a engatuzar. Yo no quería, yo le era fiel a Becky, pero tuve un solo momento de debilidad. Entonces al volver, la Trinidad Armstrong me reunió y mostraron videos de mi momento de debilidad. ¿Sabes cómo me sentí? — Me preguntó calmada y yo negué — Me sentí una basura. Intenté dialogar con Becky, pero fue en vano. Era como hablar contra una pared. Me botó.

-¿Te fuiste la perra qué se quedó con un apartamento y un auto? — Recordé que me había hablado sobre ella. Temía, pero no dejaría acobardar por una loca.

-Le pedí ayuda, yo estaba sola en este país. Ella me botó de su casa dejándome solo con un apartamento y un auto.

-¿Perdón? ¿Que esperabas? ¿Que te dieran la comida en la boca?

-Ellas tienen dinero suficiente y de sobra para haberme dado algo

-¿Todo eso porque te botaron de una casa? ¿Por que te dieron un lugar donde dormir y un auto solamente?

-¡¿Todo esto?! No querida, todo esto es porque quiero humillar a la Trinidad Armstrong como ellas lo hicieron conmigo.

-¿Que carajos sacarás?

-A ti que te importa, los muertos KO les importa nada..... Deberías dejar de preocuparte — Se paró y sacó su celular — Yo vine una qué otra vez a esta cabaña con la Trinidad Armstrong — sé acercó la ventana de aquella madrugada — Nunca, pero nunca me dejaron entrar aquí — Caminó lentamente hasta sentarse en el borde de la cama — ¿Por qué a ti si?

Mi mente quería explotar ¿Cómo sabía que yo había entrado a está área?

-¿De que hablas? Deja de jugar y se coherente — Le pedí intentando parecer firme y no asustada.

-Escucha..... — Oprimió la pantalla de su celular y se comenzaba a escuchar algunos gemidos — Ohhhh, sí. Haciendo el amor entre libros. Que romántico.

La malparida nos había grabado a Becky y a mi en aquella madrugada.

Mis lágrimas comenzaron a caer ¿Cómo era posible que nos hubiera grabado? ¿Nos había estado espiando siempre?

-¡Eres una loca!.

-Dime algo que no sepa, mi amore — Me lanzó un beso y río.

-¡Suéltame! Un una pa' una, a mano. Te voy a quitar lo loca de un cocotazo — Tenía miedo, pero era mayor mi enojo. Quería sortarme y darle su merecido, pero solo lograba lastimarme las muñecas.

Había secuestrado a Kwong, a mi suegro, a mis amigos y ahora a mi mientras me comía la mente con el video de Becky y yo.

-Sabes......dijiste que no trajiste a nadie. Lo sé, pero también sé que ellas vendrán en tu rescate. El dato es que seré muy tarde, Freen Guardó su arma en su cintura y me hizo parar de la cama — Ven, necesitas un baño — Me empujó por toda la casa hasta llegar a la puerta de salida donde se colocó un abrigo, guantes y me quitó los míos.

-Hice lo que me pediste

-¿Tú no lees libros o ves películas? Nunca le hagas caso a un loco - Me susurró al oído.

Me hizo caminar hasta llegar a la nieve.

-¿Sabias que esto de aquí...... Pisoteó el suelo con una sonrisa — es un lago congelado?

-No tienes que hacerlo. Por favor — Le supliqué, el frío comenzaba a invadirme

-Shhh.... — Se agachó frente a mi y me acaricio el rostro con el arma — No tengo que hacerlo, pero quiero hacerlo — Me quitó los zapatos y los arrojó a un lado.

Intenté levantarme, pero me golpeó con la culata del arma haciendo que cayera de espalda contra el suelo.

"No le dije que también la amaba...."

Estaba sufriendo por el frío, con ardor en mi rostro con un golpe, en medio de un lago congelado donde una loca me amenazaba con matarme, pero solo me preocupaba no haberle respondió a Becky.

Me rendí y cerré los ojos. Había venido por mis amigos y ni los había podido ver.

*********************

-¿Dónde estoy? — Nunca había estado en la casa digne estaba.

-¡Armstrongs, bajen! — Una dulce voz gritó y seguí el sonido hasta la cocina.

-¿Eres..... — Mis ojos no daban crédito sobre la persona que tenía en frente.

-Ya llegaste, querida — Ella me miró y me sonrió mientras se secaba las manos con una pequeña toalla — Hice Nuggets, espero que te gusten. Es un día especial, tengo visitas — Unas pisadas aceleradas llegaron hasta mi lado.

-¡Mami! — Gritaron las tres pequeñas a la vez.

Una lágrima se me escapó. Estaba viendo a la Trinidad Armstrong y a su madre. Cómo en la foto que Becky tenía sobre su escritorio.

-Niñas no sean mal educadas. Tenemos visita — Les dijo la madre mientras me miraba y las trillizas se voltearon a verme.

-¡Hola! — Logré articular.

-¿Quién es ella, mamá? — Preguntó la qué tenía la camisa de Batman.

-¡Es muy bonita! La niña más sorprendida, con una camisa de motos, dio un pasó hacia mi como estuviese analizandome.

-Sono Becky. Conejita — La más callada me habló y sonreí. Me había dicho Conejita, era Becky.

-Niñas cuiden a la visita — Miré hacía donde estaba la madre, pero ya no estaba. Había desaparecido.

Las tres niñas me miraban. Cerré los ojos, sabía que era un sueño. Sabía que no era real, pero deseaba disfrutar del momento. Al abrirlos las tres niñas estaban más grandes de adolescentes.

-Les dije, ya la asustamos Habló posiblemente, Uva

-La dama sabe que de nosotras no debe temer Habló Limon. Siempre me decía dama.

-Freen, ¿Estas bien? ¿Tienes frío? — En un abrir y cerrar de ojos me veía tirada en la nieve.

Un hueco en el lago congelado, Becky intentaban hacerme entrar en calor poniéndome su abrigo y abrazandome.

¿Me había arrojado al lago? ¿La loca me había arrojado?

Caminé lentamente al lado de la Peli-azul y de mi otra yo.

Dos Beckys llegaron corriendo con abrigos en sus manos para cubrirme.

-¿Dónde está ella? Una preocupada Peli-azul preguntó y las otras Peli-azules negaron con la cabeza.

-¡Trinidad Armstrong! — El grito desde el costado derecho de mi otra yo provino de la loca quien apuntaba con su arma.

-No tienes que hacerlo Habló Limon.

-No tengo, pero quiero El sonido del disparo retumbó.

**********************

Un escalofrío recorrió mi cuerpo y en un segundo era yo de nuevo.

-No tengo, pero quiero — La loca me apuntaba y disparó.

-¡No! Grité cuando en mis brazos cayó Becky. Se había atravesado para salvarme en un abrir y cerrar de ojos.

Caí sentada con la Peli-azul en mis manos, un disparo más se escucho. Vi a Becky acercarse a la loca con un arma y vi a la otra Becky acercarse a la Becky qué tenía en mis brazos.

¿Me había golpeado qué veía triple o seguía luchando?

La Becky con el arma se acercó a la loca qué estaba tirada en el suelo riéndose.

-¡Púdrete en el infierno! — Le gritó y cuatros disparos más resonaron.

-Becky, bebé despierta La Becky entre mis brazos no respondía, sus ojos cerrados, sus labios morados y su falta de respiración me estaban rompiendo el alma.

-¡Tu culpa! ¡¿Tenias que venir sola?! — Me gritó la Becky a mi lado.

La Becky con el arma se acercó y con la ayuda de la otra me quitaron a Becky de mis brazos.

Miré mi ropa, miré la nieve. Estaban manchados de sangre.

Me paré como pude mientras temblaba, ya no era frío lo que me hacía temblar, ahora era el dolor de perder Becky por mi culpa.

Entré a la casa, una de las Beckys abría la puerta y unos paramedicos entraban seguidos de unos policías.

Miré hacia la sala, allí estaban mis amigos sentados abrazados entre ellos. Quería ir con ellos, pero no me podía mover.

El llanto se apoderó de mi cuando depositaron a la inerte Peli-azul sobre la camilla mientras buscaban su pulso. Intenté acercarme, pero una de las Beckys me detuvo.

-No lo hagas — Me dijo y agachó su cabeza. Ella estaba llorando, mientras que la otra Peli-azul estaba llorando, pero su rostro estaba lleno de furia.

Se llevaron a la Peli-azul mientras intentaba darle los primeros auxilios en su pecho.

Caí de rodillas. La Peli-azul furiosa se fue en la ambulancia sin decirme una sola palabra.

La otra Peli-azul me abrazó.

-No es tu culpa, Dama. No es tu culpa Ambas estábamos llorando.

Heng y Noey llegaron con nosotras para unirse en un abrazo.

Sabía que Limon estaba conmigo, solo ella me decía Dama. Las otras dos Peli-azules solo podían ser Becky o Uva y una de ellas estaba entre la vida y la muerte.

Buenas!!! ¿Cómo están? Espero bien, aquí nuevo capítulo ¿Quién creen que sea a la que dispararon😔?

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